Hay varias razones por las que un perro puede tener diarrea sanguinolenta. Indescreción dietética, más conocida como tripa de basura, parásitos, EII, alergias, úlceras, parvo, etc.
Además de la diarrea sanguinolenta, ¿qué otros síntomas hay? ¿Qué ha estado haciendo el perro en las últimas semanas? ¿Toser, estornudar o vomitar con esta diarrea? ¿Está comiendo y bebiendo normalmente? ¿Su nivel de actividad es el mismo? ¿Por cuánto tiempo ha estado sucediendo esto?
La mejor opción es conseguir una cita regular con su veterinario en el próximo día o dos. Documente la frecuencia y consistencia si es diarrea. También haga un seguimiento de la hidratación. Muy importante para fomentar la ingesta adicional con pérdida de líquidos con diarrea.