Ninguno en absoluto.
La sangre está destinada a quedar dentro de los vasos sanguíneos. La naturaleza te ha equipado con mecanismos poderosos y complejos para mantenerlo allí.
La sangre en el estómago es altamente irritante y puede provocar náuseas y vómitos.
La sangre puede ser una fuente nutritiva de alimentos, pero solo si se procesa, por ejemplo, se hierve y se convierte en pudin negro o similar.
Deliberadamente beber su propia sangre sin duda le hará más daño que bien.