La bronquitis aguda generalmente dura alrededor de 10 días. Al igual que otras enfermedades respiratorias, la bronquitis puede acompañar a un resfriado o la gripe, o puede surgir como consecuencia. Sin embargo, puede comenzar por sí mismo, sin una causa preliminar visible. La enfermedad por lo general comienza con una tos seca, que puede ser grave, especialmente por la noche, y por lo tanto puede privar al paciente del sueño normal y el descanso. Después de unos días, la tos seca se convierte en una tos húmeda, que puede ir acompañada de un ligero aumento de la temperatura, fatiga y dolores de cabeza. El calor, el malestar general, la fatiga y la apatía solo pueden tardar unos días, pero la tos puede durar varias semanas. En algunas personas, la tos puede durar varios meses, ya que la curación de la inflamación de las vías bronquiales es un proceso lento.
Si la tos dura más de un mes, debe consultar a un neumólogo especialista y averiguar si hay alguna irritación en el tracto respiratorio y tos además de la inflamación. En algunos pacientes con bronquitis, prolongada durante varios meses, la irritación del tracto bronquial puede provocar asma.
Es necesario consultar a un médico si el paciente tose sangre junto con flema para excluir enfermedades graves como la tuberculosis o el cáncer de pulmón.
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