El 95% de los casos de hipertensión no tienen una causa obvia y se llaman hipertensión primaria.
En el pasado, los médicos evaluaban a los pacientes por causas secundarias, como problemas suprarrenales o renales en un caso de hipertensión y, si no encontraban nada, etiquetaban el caso como esencialmente normal (sin causa secundaria).
Este término a través del tiempo cambió a hipertensión esencial.