Esa es una pregunta excelente y no creo que haya una sola respuesta. Cuanto más interactúo entre el “yo” y el entorno, más me doy cuenta de que existe un equilibrio complejo y delicado entre nuestro sistema inmunitario, nuestro microbioma y nuestra interacción con nuestro entorno.
Tenga en cuenta que somos el vértice de la evolución humana, como lo fueron nuestros antepasados hace 40,000 años, antes de que comenzáramos a cambiar el medio ambiente con el desarrollo de la agricultura. Nuestros antepasados fueron los más idóneos para esa vida o no habrían sobrevivido para convertirse en nuestros antepasados.
Todavía tenemos estos genes prepaleolíticos y no se han adaptado a los nuevos hechos de nuestro entorno: los diferentes ciclos de luz y oscuridad, las nuevas exposiciones químicas (gracias a Monsanto), el nuevo suministro de alimentos (los animales de granja son químicamente diferentes de los animales salvajes incluso sin el agregado antibióticos y esteroides), la contaminación, el aumento de antibióticos con la alteración de nuestros microbiomas, etc. etc. Realmente no tenemos idea de cómo estos factores nos afectan a largo plazo.
Las alergias y las enfermedades autoinmunes y otras enfermedades crónicas (afib etc.) ciertamente parecen estar aumentando y no sabemos por qué.