La fibromialgia (FMS) es una respuesta desadaptativa específica al estrés: físico, químico y emocional. La característica distintiva es un cambio en el cerebro de cómo se procesa la sensación. El síndrome de fatiga crónica y el síndrome de inmunodeficiencia por fatiga crónica se pueden desencadenar igualmente por el estrés, pero las respuestas desadaptativas son diferentes.
Existe una fuerte asociación en este grupo de personas con FMS para tener una predisposición genética que causa disfunción mitocondrial, disfunción de la metilación, producción inadecuada de glutatión peroxidasa (antioxidante, antiinflamatorio) y una pobre descomposición de los compuestos químicos naturales y artificiales de los alimentos y el medio ambiente
Entonces la respuesta es que no existe una cura para la fibromialgia en el sentido de que hay una píldora o tratamiento en particular para ella.
La solución es determinar sus predisposiciones genéticas y apoyar los sistemas enzimáticos deteriorados para mejorar el metabolismo. El manejo del estrés, incluido el biofeedback, es importante. El FMS está fuertemente asociado con estados de estrés crónico.
Las exposiciones químicas y la intolerancia química es el “elefante en la habitación” cuando se habla de FMS. La investigación ha indicado que 1 de cada 5 personas que buscan atención médica familiar tienen intolerancia química y un gran porcentaje de ese grupo se compone de personas que tienen FMS. Debido a que trabajar con la intolerancia química es tan común en personas con enfermedades crónicas y complejas, terminé desarrollando una fórmula para el problema: Vinami.
Nuevamente, equilibrar la química del cuerpo en múltiples sistemas, disminuir el estrés, incluido el estrés químico, es la clave.
