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Con el tratamiento adecuado, son completamente prevenibles.
Los principales factores que contribuyen al desarrollo de las úlceras por decúbito son la presión (particularmente sobre una prominencia ósea) que da como resultado una disminución del flujo sanguíneo y una nutrición deficiente. Cuando la úlcera todavía está en etapas menores, mejorar la nutrición (especialmente la hidratación y la ingesta de proteínas, aunque todo es importante) puede ayudar a mejorar la curación. Además, los cambios de posición frecuentes (al menos cada 2 horas) y aliviar la presión de la úlcera pueden mejorar el flujo sanguíneo para sanar el tejido. En etapas más avanzadas, a medida que la úlcera se infiltra en capas más profundas de tejido, requiere un tratamiento más agresivo, que incluye vendajes, desbridamiento de tejido en descomposición o infectado, antibióticos, medicamentos, etc. Algunos son tan profundos que no sanarán sin una intervención extensa. .
