De hecho, no queremos deshidratar a ningún paciente. La hidratación normal es un componente para mantener el medio normal en el cuerpo.
La deshidratación seca las secreciones en las vías respiratorias y en los pulmones. También dificulta el movimiento ciliar. Las secreciones se vuelven pegajosas y difíciles de salir. Bloquean los pasajes y hacen que la respiración sea más laboriosa. Por esta razón, el estado normal de hidratación es el mejor para el sistema respiratorio completo.