El término “cura” significa que, después del tratamiento médico, el paciente ya no tiene esa condición particular.
Algunas enfermedades se pueden curar. Otros, como la hepatitis B, no tienen cura. La persona siempre tendrá la afección, pero los tratamientos médicos pueden ayudar a controlar la enfermedad.
Los profesionales médicos usan medicamentos, terapia, cirugía y otros tratamientos para ayudar a disminuir los síntomas y los efectos de una enfermedad. A veces, estos tratamientos son curativos; en otras palabras, eliminan la enfermedad. Por ejemplo, los médicos tratan el pie de atleta usando cremas, polvos o aerosoles antimicóticos que matan el hongo que causa la enfermedad.
Cuando una enfermedad no se puede curar, los médicos a menudo usan tratamientos para ayudar a controlarla. Por ejemplo, un tipo de diabetes ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina para llevar la glucosa a las células donde se necesita. Los médicos tratan a las personas con diabetes usando inyecciones de insulina y otros métodos para que puedan seguir viviendo vidas normales. Pero en este momento no hay cura para la diabetes. Entonces, algunas personas necesitan tratamientos con insulina por el resto de sus vidas.
La buena noticia es que los investigadores constantemente presentan avances en medicina. Entonces, es posible que una enfermedad que puede tratarse pero no curarse hoy pueda curarse en el futuro.
