Los grandes pensadores espirituales de la India, incluidos algunos estudiosos budistas y jainistas, consideraban el cuerpo humano como una réplica del universo entero. Según ellos, nuestra cabeza representa el Polo Norte y los pies del Sur. Filosóficamente, el norte es piadoso, lleno de luz, esperanza y éxito; mientras que el sur es triste, hacia abajo, oscuro, lleno de desesperación y muerte. El norte representa el cielo y el sur la región de la muerte.
De acuerdo con la teoría científica de los principios magnéticos, los polos opuestos se atraen entre sí mientras que los polos iguales se repelen. Cuando dormimos mirando hacia el sur, nuestros pies estarán hacia el sur, y los dos polos del cuerpo y el mundo físico se separarán, lo que perturbaría el flujo natural de la circulación de la sangre y el sistema digestivo de nuestro cuerpo. Los alimentos que consumimos también se verán afectados negativamente. En lugar de deslizarse hacia el recto, la salida natural de nuestro cuerpo, sería empujado hacia arriba hacia el corazón debido a la atracción gravitacional repelente de los dos polos, causando malestar y angustia en el cuerpo. Por lo tanto, nuestro sueño se verá afectado negativamente debido a la alteración de la circulación sanguínea. Si una persona continúa durmiendo mirando hacia el sur, su salud finalmente se verá afectada. De acuerdo con los principios de Vastu Shastra también, uno no debe dormir con los pies hacia el sur.
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