Gasa es casi siempre un mal plan, incluso si es estéril. Las fibras se incorporan a la herida y se convierten en un locus de insulto fisiológico e infección potencial. Cuando necesite quitar la gasa, rasgará el tejido sanador. No es a prueba de agua. Es tan poroso que la herida puede secarse. Si casi no tiene capacidad para detener la entrada de contaminantes o bacterias, la lista continúa.
Vaya con un Band Aid (Elastoplast en el mundo civilizado 🙂) en la mayoría de los casos. Hay mejores apósitos disponibles para los casos más complejos.