Tanto el resfriado como la gripe son términos inespecíficos que pueden referirse a una amplia gama de condiciones diferentes. La mayoría de ellos son infecciones virales, con algunos virus que causan principalmente síntomas de las vías respiratorias superiores (adenovirus, rinovirus, coronavirus, etc.) y otros que causan síntomas más generales y graves (gripe, parainfluenza A y B, etc.).
Es posible estar infectado por más de un agente patógeno al mismo tiempo, especialmente para personas con inmunidad disminuida: recién nacidos, ancianos frágiles, diabéticos, alcohólicos, SIDA, etc. En personas con inmunidad normal es más difícil porque la respuesta inmune provocó por un virus bloquea y destruye los otros virus antes de que puedan replicarse.
En una situación práctica, generalmente no es posible identificar la coinfección sin realizar múltiples investigaciones serológicas costosas que son en gran medida innecesarias ya que las enfermedades virales son generalmente autolimitadas y curan completamente sin la necesidad de una intervención específica.