¿Qué es menos dañino, vaporizando la hoja de tabaco o el e-líquido de una fuente confiable?

Podemos usar una comparación con el humo del tabaco para esto.

Los datos actuales nos dicen que vaporizar tabaco mediante el uso de un producto HnB de última generación (un producto de estilo cigarrillo vaporizador de tabaco) tiene una reducción de exposición tóxica del 90% en comparación con un cigarrillo de referencia y vaping (uso de una recarga de buena calidad en un ecig de referencia) tiene una reducción de exposición tóxica del 99,999% en comparación con el cigarrillo.

Estos son para productos de calidad de referencia utilizados de manera promedio, probados en el laboratorio. Es muy posible salir de estos parámetros mediante la variación del consumidor y la personalización de los productos, especialmente para uso ecig.

Entonces, si puedes medir el daño por exposición a toxinas, entonces el ecig vaping es significativamente ‘menos dañino’ que la vaporización del tabaco. Sin embargo, algunos podrían cuestionar cualquier suposición de esta naturaleza, porque:
– Una opinión es que el daño puede depender del potencial tóxico multiplicado por la exposición real (dosis) multiplicado por el tiempo multiplicado por una constante que corrige las exposiciones tóxicas reducidas, por lo que las exposiciones con una reducción del 90% o superior pueden no causar ningún daño mensurable.
– La opinión contraria (que he escuchado expresada por un profesor de experto en epidemiología en esta área) es que hay una posibilidad que debe considerarse hasta que se disponga de mediciones, que un producto con un 95% de reducción de daños puede ser significativamente más dañino que uno con un potencial de reducción de daños del 99% más o menos del 1% cuando se mide por el impacto real en la salud a los 30 años.

La respuesta corta es que ecig vaping parece ser significativamente menos dañino en comparación con cualquier proceso que involucre materia vegetal y calor, pero sin 30 años de datos de salud a largo plazo, nadie puede decir lo que realmente significa en términos de impacto en la salud.

Dentro de 20 años tendremos esos datos para ecigs, dados los millones de usuarios y 10 años de uso hasta la fecha (que ya se acercan a los 100 millones de años-usuario); pero es cuestionable si habrá una población vaporizadora de tabaco de tamaño utilizable para medir en el futuro cercano.