La mantequilla de maní es rica en grasas monoinsaturadas, que se ha demostrado que ayudan a reducir el colesterol LDL que obstruye las arterias, al tiempo que aumenta el colesterol HDL que elimina las arterias en el torrente sanguíneo. También contiene grasas poliinsaturadas, que ayudan a reducir los niveles de triglicéridos. Los altos niveles de colesterol LDL y triglicéridos están relacionados con las enfermedades del corazón, por lo que la mantequilla de maní puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular.
Una advertencia: la mantequilla de maní salada es relativamente rica en sodio, y un exceso de sodio puede contribuir a la enfermedad cardíaca al elevar la presión arterial. Elija la mantequilla de maní sin sal y limite la ingesta total de sodio a 2.300 miligramos por día, o 1.500 miligramos si tiene algún factor de riesgo de enfermedad cardíaca.
