La respuesta a esto es esencialmente un libro de texto de microbiología, aunque para fines prácticos hay infecciones de ambos tipos que tienen “etapas” definidas y severidad variable.
Las bacterias son organismos de vida libre, con procesos intracelulares que pueden ser susceptibles a la interferencia química: antibióticos. Algunos de estos procesos son similares a los que usamos en nuestras propias células, o en las células de nuestros comensales (p. Ej., Bacterias en el intestino), y representan muchos efectos secundarios. Las “etapas” pueden referirse a la carga bacteriana oa los efectos físicos causados por la infección, pero no se refieren al ciclo de vida de las propias bacterias: la sífilis, una enfermedad bacteriana que puede progresar en etapas, es el mismo germen ya sea en un chancro genital o en el cerebro, y puede transmitirse o erradicarse mientras está completamente asintomático.
Los virus son trozos de código genético, envueltos en proteínas, que pueden penetrar en las células anfitrionas (a menudo específicas de la especie) e insertarse en el ADN nuclear (en el núcleo de las células), donde pueden requisar la maquinaria reproductiva de las células para replicar ellos mismos y se extienden a otras células o tejidos (u organismos). Debido a que la replicación, la lesión celular del huésped y la respuesta inmune pueden producir síntomas relacionados con la infección, y debido a que la replicación viral puede no ocurrir a un ritmo constante, se puede pensar que algunas infecciones virales tienen “etapas”: el virus del herpes simple puede ser ” latente “(asintomático) o” activo “(causando ampollas), aunque el período de infección es permanente: los antivirales (y la función inmune normal) suprimen la replicación y los síntomas, pero no erradican el ADN viral. Solo la erradicación de las células infectadas, como ocurre con los resfriados comunes, elimina la infección.