Los cigarros provienen de hojas de tabaco que son la planta con la mayor concentración de nicotina.
La nicotina es a la vez estimulante y relajante. Cuando fuma un cigarro, su boca recibe partículas que luego se transfieren al torrente sanguíneo y actúan como neurotransmisores que se dirigen a su cerebro. La molécula de nicotina tiene la forma de un neurotransmisor llamado acetilcolina. La acetilcolina y sus receptores están involucrados en muchas funciones, que incluyen el movimiento muscular, la respiración, la frecuencia cardíaca, el aprendizaje y la memoria. También causan la liberación de otros neurotransmisores y hormonas que afectan su estado de ánimo, apetito, memoria y más. Cuando la nicotina ingresa al cerebro, se adhiere a los receptores de acetilcolina e imita las acciones de la acetilcolina.
Si fuma un cigarro y se traga el humo en su estómago o inhala sus pulmones, puede acelerar el proceso de aceptación de la nicotina en su cerebro. Así que asegúrese de fumar correctamente el cigarro.
Sugiero comenzar con cigarros más pequeños, evitar cigarros excesivamente pesados y no fumar con el estómago vacío, como Gary sugiere a continuación.