La mayoría de los sueños que tenemos son, de hecho, cosas que vimos o escuchamos durante el día (s) que nuestra mente, conscientemente o no, tomó nota. Ya sea un sonido, olor, sentimiento, pensamiento, experiencias o fantasías (sueños diurnos).
Y cuando dormimos, nuestro subconsciente comienza a tratar con ellos. Descompone todas las cosas que almacenamos en nuestra cabeza y afecta lo que “vemos” en nuestro sueño. Para los más creativos o imaginativos, la mente los convierte en algo que, aunque inspirado en una observación, puede ser absolutamente diferente de lo que era el original. Esto hace las cosas mucho más raras.
Nuestros miedos, nuestras alegrías, nuestros deseos y nuestras fantasías … Todos ocupan el lugar central y representan los escenarios que nuestra mente puede imaginar. Y si estás lo suficientemente atento, podrías notar que a veces incluso mientras estás dormido, controlamos cómo progresan los sueños. Entonces eso afecta lo que vemos también.
Es el momento en que somos más vulnerables y propensos a las sugerencias.
