¿Es cierto que los rellenos compuestos pueden causar un olor nauseabundo?

Un diente puede comenzar a oler mal por varias razones. Sin embargo, la causa más común de esto es la caries dental. Cuando las bacterias en la boca comienzan a alimentarse del diente, pueden emitir un olor y el diente huele mal. Con el tiempo, esta bacteria se acumula en los dientes, alimentándose de la placa y las partículas de alimentos presentes en la boca y, finalmente, comenzando a desgastarse en el esmalte dental. A medida que la materia dental se deteriora, comenzará a oler muy mal. Cuando no se trata, el diente se volverá frágil y se puede romper, astillar o incluso romper.

¿De dónde viene el olor?

En algunos casos, el olor no proviene del diente en sí, sino de las encías. Cuando la placa y la acumulación de sarro no se eliminan, pueden comenzar a empujar debajo de la línea de las encías, formando bolsillos profundos. Estas bolsas se infectan, causando un olor fuerte. Esta condición se conoce como periodontitis, y si no se trata, los dientes eventualmente pueden aflojarse y caerse.

Además de la caries dental y la periodontitis, hay momentos en que una infección en el diente provocará la formación de un absceso. Este absceso está lleno de un líquido que tiene un olor inusualmente desagradable a medida que drena. Cuando esto ocurre, generalmente también experimentará un poco de dolor, porque el absceso ejerce presión sobre la raíz del diente. En ocasiones, un absceso puede causar la formación de un quiste o una lesión en la encía. Si nota esto, es importante que se contacte con nuestra oficina de inmediato para asegurarse de que se pueda guardar su diente.

¿Cómo se tratará un diente maloliente?

El tratamiento que reciba para un diente maloliente dependerá de la causa del olor. En algunos casos, basta con limpiar el diente y el área debajo de la línea de la encía. En el caso de la caries dental, llenar la cavidad suele ser suficiente para eliminar el olor.

En el caso de un absceso dental, diente infectado o enfermedad periodontal, puede haber varios tratamientos diferentes, como:

  • Drenaje del absceso: esto implicará cortar la encía donde se encuentra el absceso para eliminar la infección. Luego, el área se enjuagará con agua salada tibia y se le recetará un tratamiento con antibióticos.
  • Realización de un tratamiento de conducto: si la infección que causó el absceso dental es extensa, se realizará un tratamiento de conducto para salvar su diente siempre que sea posible. Se perforará un pequeño orificio en el diente y se eliminará el tejido enfermo. El espacio resultante se rellenará con un compuesto dental especial y se colocará una corona dental sobre el diente para protegerlo de daños.
  • Extracción de dientes: en el desafortunado caso de que su diente no pueda salvarse, se extraerá su diente para preservar la salud de los dientes, las encías y los huesos circundantes. El diente se reemplazará con un implante dental, un puente dental fijo o una prótesis parcial removible.