Las aseguradoras de salud ofrecen contratos a proveedores, como hospitales y farmacias. Estos contratos se negocian, estableciendo los términos del acuerdo, el pago, los objetivos, etc. Algunos contratos no requieren colaboración; más bien, simplemente establecen cuánto se pagará por el servicio.
Otros contratos requieren mucha colaboración. Por ejemplo, la aseguradora puede ofrecer servicios de manejo de enfermedades a pacientes que tienen ciertas enfermedades crónicas. Al proveedor se le puede pagar un incentivo para derivar pacientes al programa, y también se le puede pagar por asegurarse de que el paciente reciba ciertas pruebas, complete sus recetas, etc. La colaboración entre la aseguradora y el proveedor variará según el contrato, el tipo de proveedor, el tipo de atención y más.
Las aseguradoras eligen a sus proveedores según quién esté dispuesto y sea capaz de celebrar un contrato. (Nota: en algunos estados, las aseguradoras deben aceptar a cualquier proveedor que esté dispuesto y pueda firmar, en otros estados, este no es el caso).
