¿La inflamación desaparece después de la muerte?

La capacidad del cuerpo humano para desarrollar una respuesta inflamatoria (células T, sustancias inflamatorias como la histamina, etc.) depende de un sistema circulatorio intacto y funcional.

Esto cesa cuando ocurre la muerte y, por tanto, también lo hace cualquier inflamación (definida como “una afección física localizada en la que una parte del cuerpo se enrojece, se hincha, se calienta y con frecuencia es dolorosa, especialmente como reacción a una lesión o infección”).