Ciertamente no hay una razón técnica que no podamos (tenemos un sistema nacional para la declaración de impuestos, por ejemplo), pero por cuestiones políticas y culturales: muchos consideran particularmente aborrecible la idea de cualquier cosa “nacional” (especialmente la sanidad).
Para muchos estadounidenses, cualquier cosa nacionalizada equivale a un estilo de gobierno socialista / marxista donde los “edictos” se emiten desde un “Alto Mando” centralizado.
Para estos estadounidenses, incluso la palabra socialismo debe evitarse con el peligro de una muerte segura (muy probablemente a través de “paneles de la muerte” nacionalizados).