El sistema respiratorio tiene muchas partes, incluidas la nariz, la garganta (faringe y laringe), la tráquea y los pulmones. El aire entra por la nariz y luego se lleva hacia los pulmones, a través de un proceso denominado inspiración. En los pulmones, el oxígeno se transfiere a los glóbulos rojos. Los glóbulos rojos transportan el oxígeno a otros órganos del cuerpo. Todo esto es parte del proceso físico de un cuerpo sano.
Mientras que el oxígeno se transfiere a los glóbulos rojos, el dióxido de carbono se transfiere de los glóbulos rojos a los pulmones. Luego se lleva a cabo a través de la nariz a través de un proceso denominado espiración. Este movimiento cíclico de la respiración está controlado por el centro respiratorio en el cerebro y los nervios en el pecho. Las enfermedades que afectan el sistema respiratorio o el centro respiratorio del cerebro pueden provocar dificultades respiratorias. La respiración problemática o difícil se conoce como disnea, y la respiración excesivamente rápida se denomina médicamente taquipnea (también, polipnea). Las dificultades respiratorias pueden afectar a gatos de cualquier raza o edad, y el problema puede convertirse rápidamente en una amenaza para la vida. Si su gato tiene problemas para respirar, debe ser visto por un veterinario lo antes posible.
Si su gato tiene dificultad para respirar, esta puede ser una emergencia que ponga en peligro la vida. Es importante que un veterinario vea a su gato lo antes posible. Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, el inicio de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber precedido a esta condición. Durante el examen, el veterinario observará cuidadosamente cómo respira su gato y escuchará su tórax en busca de signos de un soplo cardíaco o líquido en los pulmones. También se evaluará cuidadosamente el color de las encías de su gato, ya que el color de las encías puede indicar si se está administrando oxígeno a los órganos (hipoxemia) de manera efectiva, o si hay un recuento bajo de glóbulos rojos (anemia). Su veterinario puede intentar que su gato tosa presionando en su tráquea. Si su gato tiene dificultad extrema para respirar, el veterinario le dará oxígeno a su gato para ayudarlo a respirar antes de hacer más pruebas.
