No puedo hablar por la opinión pública acerca de que las pólizas de seguro no hayan visto los datos de las encuestas sobre los problemas involucrados, pero puedo darle mi opinión sobre la industria en los Estados Unidos.
Primero, ¿quiere decir con “políticas” los planes que ofrecen las compañías de seguros a individuos y grupos para cubrir los diversos riesgos que enfrentan las personas y las organizaciones? Si es así, diría que varían de razonablemente adecuado a atrozmente de explotación. Mi consejo para cualquiera que busque una póliza para cubrir su salud, automóvil, vivienda o cualquier otro riesgo en su vida o negocio es tener mucho cuidado al examinar las coberturas y las primas cobradas. Sin duda, algunas buenas compañías ofrecen buenas políticas. Sin embargo, la naturaleza complicada de los riesgos cubiertos por las pólizas de seguro sugiere que también hay algunas compañías que aprovechan la aversión de las personas a los riesgos para maximizar sus ingresos (de la compañía) al mismo tiempo que minimizan los beneficios que esperan pagar por las reclamaciones.
Si está interesado en la cuestión más amplia de las políticas de las empresas para comercializar sus servicios y atender a los titulares de pólizas, solo puedo sugerir que el concepto legítimo de seguro es intentar atraer al grupo de riesgo más amplio (es decir, un grupo de clientes que enfrentan todo el rango de riesgos) lo que permite que las primas pagadas por asegurados de menor riesgo subsidien la compensación a aquellos que experimentan mayores riesgos. A medida que la industria en los EE. UU. Está estructurada, a veces este concepto es respetado por ejecutivos de empresas que saben dos cosas: 1. muchas personas son reacias al riesgo y están dispuestas a pagar altos costos para compensar posibles pérdidas; y, 2. una corriente de ingresos de primas puede ser una “vaca de efectivo” que puede permitir a la compañía aumentar sus ganancias de varias maneras. Estos incluyen las prácticas que conducen a las quejas sobre las primas altas y la falta de voluntad para pagar los beneficios, sino también las políticas comerciales que permiten a las compañías de seguros actuar como bancos mediante la realización de inversiones rentables. Estos dos hechos sugieren que, al menos para algunas empresas, la estrategia pasa de aumentar el grupo de riesgo y compensar honestamente al titular de la póliza por las pérdidas que sufre con “descremada” al vender pólizas a quienes tienen menos probabilidades de presentar reclamos por pérdidas, negando cobertura a quienes enfrentan los mayores riesgos y otras tácticas para proteger sus dos fuentes de ingresos (primas pagadas y rendimiento de las inversiones).
Aquellos que respaldan los planes de cobertura universal de un solo pagador (en cualquiera de los mercados de seguros definidos por la naturaleza de los riesgos), como yo, argumentarían que un gran número de compañías de seguros que ofrecen una gran cantidad de planes viola el principio básico de legitimidad seguro, el de cubrir el mayor grupo de riesgo y cobrar el monto mínimo en primas por cobertura que sea consistente con las pérdidas agregadas que puedan sufrir las personas y organizaciones en ese grupo. Idealmente, el seguro sería una empresa sin fines de lucro, aunque uno podría justificar la creación de un pequeño margen de beneficio para cubrir posibles pérdidas catastróficas que podrían ocurrir con baja probabilidad.