Cualquier tipo de exposición al frío agudo estimulará el nervio vago (parte del sistema sensorial somático) que controla la inflamación intestinal.
Las duchas frías estimulan su sistema nervioso autónomo, mejoran la reacción al estrés y alivia la ansiedad y la fatiga.
Hubo un informe en las noticias en el que los niños en Rusia juegan en la nieve (menos ropa) después de estar en una sauna y son ellos los que no se resfrían.