No creo que las compañías farmacéuticas hayan acuñado el TDAH, pero sí creo que demasiados niños reciben el diagnóstico de TDAH incluso cuando no es realmente lo que está mal. Y luego reciben tratamiento por un síntoma que no tienen, en lugar del problema que tienen.
Pero ese no es el problema. Muchas personas están realmente felices con sus medicamentos, porque mejoran sus vidas en gran medida. Y es bueno que podamos obtenerlos.
El problema es que nuestra definición de “normal” y “típico” se reduce.
Podemos medir cómo funciona el cerebro, y podemos cambiar la química del cerebro con drogas, pero ¿deberíamos? Cuando establecemos un marcador para lo que es normal y tratamos de formar a todos los demás en eso, no importa quién o cómo sean, perdemos diversidad.
Me gusta algo de neurodiversidad. Las personas extrañas hacen cosas extrañas e increíbles y necesitamos todos los cerebros que podamos hacer.
