Va más allá de no tener que usar gafas. Los jugadores de béisbol tienen visión que les permite ver mejor que la persona promedio que no tiene que usar anteojos. En realidad, es una ventaja genética que ayuda a garantizar su éxito.
El oftalmólogo Louis Rosenbaum examinó cerca de cuatrocientos jugadores de béisbol de ligas mayores y menores durante cuatro años y encontró una agudeza visual promedio de aproximadamente 20/13; es decir, el jugador de béisbol profesional típico puede ver a los seis metros lo que el resto de nosotros puede ver a trece pies. Cuando Rosenbaum miró a los Dodgers de Los Angeles, descubrió que la mitad tenía una visión de 20/10 y una pequeña cantidad caía por debajo de 20/9, “coqueteando con el límite teórico del ojo humano”, como señala Epstein. La capacidad de golpear consistentemente una pelota de béisbol lanzada a velocidades que se aproximan a cientos de millas por hora, con una desconcertante variedad de giros y curvas, requiere el tipo de visión que se encuentra comúnmente en solo una pequeña fracción de la población general. [1]
[1] http://www.newyorker.com/arts/cr…