El remedio estándar es una máscara de CPAP que se receta después de que se haya realizado una prueba de sueño. Otras técnicas incluyen, tiras nasales, implantes orales y aparatos. Si ninguno de estos te funciona, podrías intentar ejercicios de respiración que hayan demostrado ser útiles. Se basan en la ciencia de la neuroplasticidad en la que ejercitas tu centro automático de control de la respiración en el cerebro detectan eventos de apnea (también ronquidos) y los corrigen automáticamente antes de entrar en el conocido círculo vicioso típico de la apnea del sueño. Puedes aprender más en casa – BreatheSimple – la sección de blog explica la ciencia y también puedes acceder a ejercicios para ayudarte. Me curé mi apnea de esta manera hace varios años y desde entonces no he tenido problemas.
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