Si acaba de comenzar a hacer ejercicio cuando está relativamente desentrenado, no tanto.
Si acabas de tener una sesión asesina y estás completamente exhausto, no tanto.
Esos son perfectamente normales desde el cansancio.
Si tiene un síndrome de piernas inquietas y está en curso, busque a alguien versátil en terapia de punto desencadenante, como un quiropráctico, fisioterapeuta o masajista competente. Las piernas están inquietas porque necesitan circulación y la tensión muscular puede impedirlo.