Tipo de beneficioso
1. Aumenta la alerta
Tomar una ducha fría por la mañana y sentir el agua fría caer sobre nuestro cuerpo parece más horrible que relajante. Sin embargo, la respiración profunda en respuesta al shock de nuestro cuerpo nos ayuda a mantener el calor, ya que aumenta nuestra ingesta total de oxígeno. Por lo tanto, nuestro ritmo cardíaco también aumentará, liberando un torrente de sangre a través de todo el cuerpo. Esto nos da una dosis natural de energía para el día.
Katherine Hepburn, una actriz de Hollywood, era fanática de las duchas frías. Ella comenzó a tomarlos a diario después de ser presionado por el Dr. Thomas Norval Hepburn, urólogo y pionero en higiene social, informó The New York Times . Katherine tomaría baños o duchas heladas durante la niñez y por el resto de su vida – aconsejaría a otros que también lo hicieran. La actriz juró por duchas frías, y tenía un alto nivel de energía para apoyar sus reclamos.
2. Refina el cabello y la piel
Cuando se trata de cabello y piel, una de las maneras más naturales de mantener su apariencia es con duchas frías. El agua caliente tiene la tendencia a secar nuestra piel, por lo que es mejor usar agua fría para tensar las cutículas y los poros, lo que evitará que se obstruyan. El agua fría también puede “sellar” los poros de la piel y el cuero cabelludo, evitando que entre suciedad.
Jessica Krant, dermatóloga certificada por la junta, le dijo a The Huffington Post que el agua helada o tibia puede ayudar a nuestra piel y evitar que se despoje de sus aceites naturales saludables demasiado rápido. Recuerde, el agua fría solo tensa temporalmente la piel ya que contrae el flujo sanguíneo, pero no encoge los poros. Cuando se trata de cuidado del cabello, las duchas frías pueden hacer que el cabello parezca más brillante, más fuerte y más saludable aplanándolos, y aumentando su capacidad para agarrar el cuero cabelludo.
3. Mejora la inmunidad y la circulación
El agua fría puede mejorar la circulación al estimular la sangre para que rodee nuestros órganos, lo que puede ayudar a combatir algunos problemas de la piel y el corazón. A medida que el agua fría llega al cuerpo, su capacidad para hacer que la sangre circule conduce a las arterias a bombear sangre de manera más eficiente, lo que aumenta nuestra salud general del corazón, según el Dr. Joseph Mercola, un experto en salud natural. También puede disminuir la presión arterial, limpiar las arterias bloqueadas y mejorar nuestro sistema inmunológico.
4. Estimula la pérdida de peso
Las duchas frías pueden ayudar a la pérdida de peso de una manera inesperada. El cuerpo humano contiene dos tipos de tejido graso, grasa blanca y grasa marrón. La grasa blanca se acumula cuando consumimos más calorías de las que nuestro cuerpo necesita para funcionar, y no quemamos estas calorías para obtener energía. Esta grasa corporal se acumula en la cintura, la parte baja de la espalda, el cuello y los muslos, y es la que todos luchamos por eliminar. La grasa marrón es la grasa buena, que genera calor para mantener nuestros cuerpos calientes, y se activa cuando se expone a un frío extremo, según el Joslin Diabetes Center, un afiliado de Harvard Medical School. Por lo tanto, las duchas frías pueden promover la actividad de la grasa marrón.
Un estudio de 2009 encontró que la exposición a temperaturas extremadamente frías activaba la grasa marrón en 23 y 24 participantes en un aumento de 15 veces, lo que significa que alguien podría perder hasta nueve libras en un año si mantuviera esta práctica.
5. Acelera el dolor muscular y la recuperación
Todos hemos visto a los atletas tomar baños de hielo después del entrenamiento para reducir el dolor muscular, pero una ducha fría y rápida después de romper el sudor en el gimnasio puede ser igual de efectiva, especialmente para aliviar el dolor muscular de aparición tardía. Un estudio de 2009 que analizó 17 ensayos involucró a más de 360 personas que descansaron o se sumergieron en agua fría después del entrenamiento de resistencia, el ciclismo o la carrera. Descubrió que los baños de agua fría de 24 minutos eran efectivos para aliviar los músculos doloridos de uno a cuatro días después de los ejercicios con una temperatura del agua de 50 a 59 grados Fahrenheit, o de 10 a 15 grados centígrados. Sin embargo, algunos estudios involucraron temperaturas más frías.
6. Alivia el estrés
Saltar a la ducha sin permitir que se caliente, o ir al océano sin aclimatarse lentamente a ella, puede ayudar a promover el endurecimiento, aumentar la tolerancia al estrés e incluso la enfermedad. Un estudio de 1994 encontró una disminución drástica en los niveles de ácido úrico durante y después de la exposición a un estímulo frío. También hubo un aumento en gluthathione, un antioxidante que mantiene a todos los demás antioxidantes funcionando en sus niveles óptimos. Los participantes, que eran 10 personas sanas que nadaban regularmente en agua helada durante el invierno, se adaptaron al estrés oxidativo repetido.
7. Alivia la depresión
Se ha demostrado que las duchas frías alivian los síntomas de la depresión debido al intenso impacto de los receptores fríos en la piel, que envían una cantidad abrumadora de impulsos eléctricos desde las terminaciones nerviosas periféricas hasta el cerebro. Por lo tanto, produce un efecto antidepresivo y aumenta los estados de ánimo, por lo que es un estimulante. Un estudio de 2008 encontró que la hidroterapia fría tiene un efecto analgésico y no parece tener efectos secundarios notables ni causar dependencia. Este tratamiento incluyó una o dos duchas frías de 38 grados Fahrenheit, de dos a tres minutos de duración, seguidas de una adaptación gradual de cinco minutos para que el procedimiento fuera menos impactante.