Su presión arterial es cíclica; sube y baja con cada pulso. Registramos los valores más altos y más bajos, por ejemplo, 160/90. La fuerza de su pulso está determinada por la diferencia en estos valores, por lo que 220/140 se parecerá mucho a 160/80.
Como resultado, la hipertensión generalmente no se detecta al sentir el pulso.