La respuesta simple es nunca. ¿Por qué le gustaría introducir azúcares procesados a su hijo? Un niño comerá (principalmente) lo que les das de comer. Los antojos que pueden provenir de los azúcares procesados pueden mantenerse a raya si no se presentan a un niño. Quizás esperar hasta que sean lo suficientemente mayores para darse cuenta de que lo que están comiendo no es un nutriente valioso y establecer la conexión de cómo se sienten al consumir azúcares procesados. Si han estado comiendo una dieta equilibrada con alimentos enteros, es probable que los azúcares procesados los apaguen y busquen una alternativa dulce más natural como la fruta o la miel cruda.
La respuesta principal de Gerbers sería de 4 meses. Al menos es cuando recomiendan comenzar con sus cereales de arroz
