La miopía es una especie de “error de refracción”, es decir, un problema de enfoque del ojo. Como tal, el tratamiento es con anteojos, lentes de contacto o cirugía refractiva, de manera que la luz que entra a los ojos se puede enfocar con precisión en la retina para dar una imagen clara.
El método elegido depende de la preferencia, el estilo de vida y las actividades del individuo.
Actualmente no hay ningún tratamiento médico (es decir, medicamentos) para ‘curar’ la miopía. Tampoco se puede curar con ejercicios oculares o vitaminas.
Si la miopía empeora progresivamente, hay buena evidencia de que las gotas de atropina pueden disminuir la velocidad de progresión, pero esto tampoco cura la miopía.