El tratamiento de la enfermedad patógena se basa en el organismo causante que produce una enfermedad. En caso de infección bacteriana, los fármacos antibacterianos son efectivos para atacar al organismo diana, es decir, a las bacterias. Los medicamentos se administran por vía oral o intravenosa. Ciertas infecciones necesitan una alta concentración de antibióticos para matar los gérmenes. En tales casos, el uso intravenoso es efectivo.
La mayoría de las enfermedades virales tardan un tiempo en desaparecer los síntomas. En muchos casos, no se requiere medicina. La condición desaparece por sí misma. Sin embargo, en ciertos casos, como la infección por herpes, los medicamentos antivirales ayudan a reducir la intensidad y los días de infección.
La medicación antifúngica es la opción de tratamiento si el paciente sufre una infección por hongos. Los medicamentos antifúngicos están en forma de polvo, pomada o tabletas.
