El dolor es principalmente un efecto secundario de la respuesta inmune muy importante para combatir el virus. Entonces, desde cierta perspectiva, es tu cuerpo el que causa el dolor.
Pero, por otro lado, siempre es el caso. El dolor es una señal de advertencia generada como respuesta a un estímulo potencialmente dañino. Es lo que nuestros cerebros crean intencionalmente para evitar que nos lastimemos a nosotros mismos. El dolor puede apagarse incluso cuando el daño aún existe, o el dolor puede no desaparecer aun cuando el daño ya esté curado.
En ocasiones, incluso las lesiones potencialmente mortales son inicialmente indoloras por completo.
Dolor agudo en una clínica de emergencia: latencia de inicio y patrones descriptivos relacionados con diferentes lesiones.
