¿Cuán científica es la afirmación de que una dieta baja en carbohidratos es perjudicial para el cerebro?

No hay evidencia de que una dieta baja en carbohidratos sea perjudicial para el cerebro. El cerebro es versátil al poder usar fuentes de combustible alternativas, es decir, cetonas. Existen numerosas poblaciones que prosperan con una dieta mínima en carbohidratos sin efectos adversos sobre el cerebro.

No hay absolutamente ningún requisito fisiológico para los carbohidratos de la dieta:

  • “El límite inferior de carbohidratos dietéticos compatibles con la vida aparentemente es cero, siempre que se disponga de cantidades adecuadas de proteínas y grasas”. – Instituto de Medicina, ingestas dietéticas de referencia, 2008.

El requerimiento diario de glucosa para el cerebro es bastante bajo, se estima en un 20% de su metabolismo total. (Tenga en cuenta que especifiqué glucosa, no carbohidratos en la dieta). La pequeña cantidad de glucosa que el cerebro podría requerir para el metabolismo puede proporcionarse a partir de proteínas a través del proceso de gluconeogénesis.

Dicho esto, el cerebro efectivamente utiliza la glucosa preferentemente como fuente de combustible cuando la glucosa está fácilmente disponible. Se estima que el cerebro usa alrededor de 110-140 gramos de glucosa por día en adultos cuando hay abundante glucosa. Sin embargo, cuando el suministro de glucosa disponible disminuye por debajo de lo requerido para las necesidades metabólicas del cerebro, se inicia el proceso de cetosis (combustible derivado de la grasa) que proporciona cetonas como combustible alternativo (Tenga en cuenta que la cetosis fisiológica no es una situación perjudicial, en contraste un estado de cetoacidosis incontrolado, deficiente en insulina). Piense en este proceso como una elaborada tecnología de “combustible flexible” similar a la utilizada por los vehículos híbridos.