Como dices, no tienes derecho a controlar cuándo y cómo duerme, pero sí tienes derecho a no ser molestado cuando eres tú el que mantiene un horario razonable. Si aún no ha hablado con su compañero de habitación sobre el problema, comience por hablar con él.
No lo abordes como si estuvieras preocupado por su salud. Eso realmente no es asunto tuyo. Concéntrese en el hecho de que tiene derecho a dormir sin interrupciones y a utilizar su habitación durante el día.
Si él es hostil o se niega a modificar su comportamiento, tendrá que quejarse a la escuela. Con suerte, ya que son amigos, él responderá adecuadamente.