Soy alguien que pasó la mayor parte de mi adolescencia y los primeros veinte años sin dormir, sé lo importante que es una buena noche de sueño. La falta de sueño puede dejarlo agotado, impaciente, ágil, deprimido y sin concentración. Con el tiempo, la falta de sueño puede cambiar drásticamente su vida, afectando negativamente su desempeño laboral, su vida social, sus relaciones personales y su felicidad en general.
Empecé a darme cuenta de que había tantos aspectos de mi estilo de vida que afectaban mi sueño que podía cambiarlos y controlarlos. Para empezar, trabajaba hasta tarde y me acostaba en diferentes momentos. También era parcial a Netflix ocasional antes de acostarme, algo que luego tontamente creí que era un relajante.
Ya sea que sufra de insomnio crónico, episodios periódicos de mal sueño o de vigilia intermitente, debe saber que estas cosas están afectando la rutina de su vida diaria y el rendimiento laboral de una manera u otra.
Cuando tienes de 7 a 8 horas de sueño reparador todas las noches, preparas el cuerpo y la mente para el funcionamiento del día siguiente. Es durante un buen sueño cuando el cuerpo comienza a producir hormonas muy importantes para restaurar la armonía en el cuerpo. Un sueño reparador evitará la entropía que acompaña a la fatiga y aumentará su creatividad, vitalidad y, por supuesto, energía para pasar el día.
En pocas palabras, yo diría que sí, que es muy, muy importante dormir todas las noches si no es 8 pero al menos 6 horas.